viernes, 9 de agosto de 2019

Las pestañas crecen y se van


Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Tengo 6 años y estoy llorando porque me retaron. Juro crecer y nunca obedecer. Me imagino la cuantiosa felicidad que debe ser el ser adulto, esa imagen absoluta, indómita y holística de independencia, poder y decisión.

Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Tengo 13 años y ya más puber que pendex me imagino el poder absoluto de decidir mi destino. No más cazuelas, hola fideos con mostaza, mucha bebida y amanecerme descargando música y viendo videos.

Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Tengo 17 años y ya totalmente adolescente sólo quiero escuchar música, tocar el bajo, la batería, gobernar el mundo, ser lo que quiero ser (aunque en realidad no tengo idea de qué quiero ser, pero estoy seguro que quiero serlo), perdí la brújula, pero no me interesa, siento no necesitarla.

Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Tengo 19 años, estoy estudiando, no sé para qué, sólo porque me gusta. Ya no como fideos y empiezo a gustar de las cazuelas, la vida avanza rápido, siento que no me doy cuenta del paso del tiempo, paso los días leyendo y estudiando, no como carne por decisión propia ni tomo alcohol, he generado una ideología que siento será eterna...lo eterno suele durar un par de meses...

Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Tengo 21 años, aún sigo estudiando, tengo una hija y siento que tengo todo el poder sobre mí, de un futuro esplendor, un tanto obtuso y obstinado...quizás es parte de la edad, pero no me doy cuenta y la verdad, ni me interesa.

Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Tengo 25 años, me voy a casar, tengo una hija más grande, un título, un magíster, una buena pega...pero aún veo lejana esa imagen absoluta, indómita y holística de independencia, poder y decisión que de no tan antaño ejercía sobre mí. Tengo un depa propio (que luego venderé) y siento que puedo hacer lo que quiera, aunque me hundo fácilmente y me metí en un lugar denso y oscuro, por decisión propia y de arrogante.

Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Tengo 30 años. Tengo 2 hijos, estoy divorciado, tengo mi casa propia, mi auto, amor incondicional a mis hijos y miedo, mucho miedo. Siento que el tiempo se escapa, que los años vuelan. Veo a mis hijos crecer y me da pavor no formar parte de su crecimiento diario algún día. Sueño con sus sonrisas y por fin creo encontrar el rumbo de la armonía afectiva. Me doy cuenta que cuesta mucho y que uno se equivoca 4 veces más que las veces que acierta. Yo no esperaba esto, así no se veía 24 años atrás...exijo explicaciones a mi propia conciencia.



Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante. Por primera vez sé con exactitud lo que no quiero...

...Ya no quiero ser lo que no sabía que quería ser, pero estaba seguro de serlo,
...Ya no quiero poder, decisión y esa  holística y escuálida independencia.

...Ya no quiero lo que quería, no quiero poder, no quiero independencia no quiero autonomía, no lo quiero.

...Por primera vez sé con exactitud lo que no quiero...Ya no quiero ser adulto.

Cuándo me preguntan qué quiero ser cuando grande, el ideario es gigante, creo que sé lo que quiero
...quiero tener 6 años.

-

No hay comentarios: