jueves, 21 de enero de 2016

Donde los tiempos no le dan espacio a las flores.



Ha llegado al punto en el cual la resistencia se hace una complejidad incongruente,
donde la incongruencia atormenta los minutos y donde los minutos, seriamente, pasan de la seriedad a la rabia.

Está agotado de estar agotado, cansado del cansancio....pero está.

El desenfreno de no tener espacios lo atrapó, como aquella canción de Los Miserables con triste final. y es que no encuentra los espacios, ni los tiempos ni los vientos, mucho menos las mareas.

Mira a sus 2 flores y no encuentra el árbol, las ve saltar y saltar, pero no encuentra el angulo de la tierra ni de la pequeña masculina, de la mayor femenina, las necesita y quiere estar ahí con sus flores, pero no encuentra su propio terreno.


Despierta para cansancio, duerme para cansancio
Despierta para abrir los ojos....no despierta.


Los espacios se cerraron a un nivel etéreo donde la vida se complejizó a niveles abismantes,
lo tiene claro, lo tiene super claro, es lo único, casi lo único que tiene claro.

Por ahí se cruzará alguien y recibirá el peor golpe, aquel desajustado, necesario e innecesario.

Sí. está agotado, definitivamente lo está...de estar agotado.

Entiende que no entiende, que no se comprende y que no hay espacio.
Es el peor capítulo del libro personal del tiempo impersonal.
se llenó de agonía, a pesar de que se vació la ironía.
sigue en el ritual, sigue en el ring, sigue, sigue....pero sigue?


Es irónico, como el pavimento mismo.

Es feliz, pero está cansado....como combinar eso?
tiene pena de sí y miedo de sus flores a las cuales les falta tiempo.

es extraño, se siente extraño.

no se da cuenta, no lo tomó en cuenta, habló....sí, en tercera persona, pero habló.

se siente irónico, como el pavimento mismo.


Pero sigue ahí, quizás, es sólo un mal sueño, de esos que suceden cuando paras un rato y despiertas de la realidad social que atrapa y no deja pensar....así lo piensa, y no lo habla.


Se sentó y espera...simplemente espera
...es feliz, pero está agotado y eso, no lo entienden y eso, no lo saben, pero él lo sabe.









1 comentario:

delasestrellas dijo...

Toda esa entrega y todo ese agotamiento es un pasajero. Llegará el día en que la ley del péndulo apunte a tu favor y tengas tiempo de vivir en una melodía. De ser fluidez en palabras y ser viento en el caminar. Un abrazo