en la medida que sienta que es pertinente, me proyectaré...esta sería la primera parte.
Qué difícil es tocar la guitarra cuando no tiene cuerdas. Desde fuera, puede verse absolutamente normal, bella y envidiable la guitarra. Pero no tiene cuerdas, no suena y te atormenta. Te martilla todos los días enrostrándote que no tiene cuerdas y que ya no sonará por más que la busques.
Qué difícil es tocar la guitarra cuando olvidaste los acordes, cuando la guitarra te golpea y cuando ya no se mueve, porque no siente y no quiere que la toquen.
Qué difícil es dejar la guitarra, que te gusta, pero sabes que te genera la pérdida más grande...no tiene cuerdas.
Qué difícil, qué difícil y, que necesario.
La guitarra nunca se dará cuenta que necesita volver a tener cuerdas, tú nunca sabrás cómo habrá sido si volviera a tener cuerdas...
...las utopías, a la almohada.
Fecha: Con 2 cervezas, sentado en el living,viernes, 23:05, esperando el milagro. Septiembre, 2015.
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